La Junta de Chicago mantiene el contrato de la policía escolar, pero promete un nuevo plan de seguridad

Este artículo, publicado originalmente en inglés por Chalkbeat Chicago, está disponible en español gracias al proyecto "Traduciendo las noticias de Chicago", del Instituto de Noticias Sin Fines de Lucro (INN).

Yana Kunichoff, Chalkbeat

Después de un acalorado debate, la Junta de Educación de Chicago extendió el contrato de la policía escolar por otro año y aprobó una resolución por separado, instando al distrito a desarrollar para la primavera un plan de seguridad libre de policías en los planteles.

Ambas medidas fueron aprobadas por un escaso margen, esto el pasado miércoles después de una polémica discusión y una reunión de casi siete horas.

En ambas votaciones, cuatro miembros votaron a favor, dos en contra y uno se abstuvo.

Eso significa que los agentes de policía continuarán vigilando las 55 escuelas de Chicago que votaron para retener a sus agentes este verano.

Y el contrato con el Departamento de Policía de Chicago permanece casi intacto, pero este año costará 12 millones de dólares en lugar de 33 millones.

La junta escolar de Chicago también aprobó por unanimidad un presupuesto operativo de $6.9 billones y un presupuesto de capital de $758 millones. El presupuesto cuenta con una inyección de $343 millones del gobierno federal, aunque las conversaciones sobre el estímulo escolar se han estancado.

Las votaciones de la policía escolar mostraron la fuerte división que existe sobre el tema entre los miembros de la junta.

El vicepresidente de la Junta de Educación, Sendhil Revuluri, quien redactó la resolución pidiendo un plan de seguridad, dijo que quería que el distrito desarrolle medidas de seguridad alternativas para las escuelas antes de hacer un plan general para eliminar a los oficiales.

“No creo que tomar una decisión extrema nos lleve a una situación mejor”, dijo durante la reunión virtual del miércoles.

Pero los críticos más abiertos del programa de la policía escolar dijeron que la resolución sólo logró un poco más de lo que el distrito ya había prometido. Argumentaron que la junta debería retirar a los oficiales de inmediato.

"Deberíamos respetar y escuchar a nuestros jóvenes en lugar de poner barreras a sus peticiones informadas", dijo Elizabeth Todd-Breland, miembro de la junta. “No podemos esperar más meses. No veo otra opción que votar en contra del IGA [acuerdo intergubernamental entre el distrito escolar y la policía] y sacar a la policía de nuestras escuelas”.

El contrato de este año no será como el del año pasado. En respuesta a meses de presión pública para eliminar a la policía escolar —y a una oleada de discusiones y votaciones a nivel escolar por parte de los concilios escolares locales—, el distrito recientemente implementó una serie de reformas.

El contrato actual costará menos que el acuerdo del año pasado, pondrá protocolos más estrictos en los que los agentes de policía sirven en las universidades, y retirará las terminales informáticas de las escuelas que previamente conectaban a los agentes con bases de datos criminales centralizadas.

Organizadores juveniles, algunos de los cuales realizaron un mitin fuera de la sede del distrito de Chicago durante la votación, reaccionaron con ira y decepción.

“Estamos cansados de ser JODI**MENTE IGNORADOS. SOMOS QUIENES LITERALMENTE, TENEMOS QUE LIDIAR CON ESTOS POLICÍAS CADA MALDITO DÍA. (ES). SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS”, compartió en un tuit un grupo de estudiantes de escuelas del barrio, llamado Students Strike Back. 

Al término de la reunión del miércoles, los organizadores enviaron mensajes en Twitter haciendo un llamado a los partidarios a reunirse con ellos en el centro de la ciudad para manifestar su protesta a la votación.

Traducido por Gisela Orozco